La gestión de stock abarca todas las operaciones dedicadas a regular el flujo de los productos en una empresa. Esta se encarga de garantizar que los costos de mantenimiento e inventarios sean mínimos, para evitar errores en el servicio que se le da al cliente.
Las políticas de gestión de stocks a nivel empresarial establecen las respuestas a cuestiones como: ¿cuál es el nivel de stock ideal para cada referencia? ¿Cuándo realizar los pedidos de reposición de stocks? ¿Qué cantidad debemos adquirir de cada referencia?
¿Cuáles son los objetivos de la gestión de stock?
El objetivo de la gestión de stocks es encontrar el equilibrio entre los siguientes factores:
– Ajustar el nivel de stock a la demanda de forma eficaz
La disciplina conocida como Demand Forecasting se encarga de realizar avanzadas previsiones de demanda. Asegura el buen funcionamiento de los datos de ventas, las tendencias del mercado, la competencia y otros indicadores económicos.
– Asegurar un buen nivel de servicio
El nivel de servicio se basa en la capacidad del almacén de localizar una referencia, empaquetarla, enviarla y entregarla. De igual forma, se debe contemplar las perfectas condiciones de envío y en un corto tiempo de entrega.
– Contener los costos de almacenamiento del stock
En la reducción de los stocks inmovilizados en el almacén está la clave del uso cada vez más extendido de estrategias como: el cross-docking o el sistema just-in-time. Al final, el objetivo principal de la logística de almacenamiento es tratar de limitar el inventario sin que se resienta el nivel de servicio.
Clasificaciones de la gestión de stock
1. Clasificación de los stocks según su función
De seguridad: Estas son las existencias previstas para circunstancias extraordinarias. Dichas circunstancias pueden ser un exceso de pedido o un retraso en la recepción de los productos solicitados.
De ciclo: Es el stock adecuado para abastecer la demanda de los clientes en circunstancias usuales, no extraordinarias ni imprevistas.
Stock mínimo: Son las existencias mínimas que podemos tener para evitar imprevistos. Si llegamos a nivel de stock mínimo tendremos que pedir sin dilación a los proveedores. Si bajamos del stock mínimo sin haber pedido a nuestros proveedores podríamos tener un pedido al que sería imposible responder, lo cual significaría una pérdida de dinero.
Stock máximo: Se trata de la cantidad máxima de productos que es posible almacenar. Debemos darnos cuenta de que estamos llegando a niveles máximos de stock porque también lleva un coste mantenerlo en el almacén. Por tanto, hay que buscar la forma de darle salida.
Stock sobrante: Son los productos que no podemos vender. Hemos visto que almacenar también produce gasto, por tanto, hay que buscar la forma de podernos deshacer de estos productos.
Stock muerto: Son los artículos obsoletos o viejos que no pueden venderse y hay que desechar, es decir, se han convertido en merma.
De recuperación: Productos usados que pueden ser total o parcialmente reutilizados.
Stock especulativo: Es el stock que se acumula cuando se prevé que va aumentar la demanda de un determinado producto. En estos casos la acumulación de existencias es menos costosa.
Stock estacional: Este stock ha de controlarse con mucha atención cuando nuestro producto se vende masivamente en un determinado periodo del año. Ejemplos de esto pueden ser el cava en Navidad y las cremas solares en verano.
2. Clasificación de los stocks según criterio operativo
Otra forma de entender los stocks es teniendo en cuenta el día a día de la empresa. Atención a esta clasificación porque nos pueden salir cifras negativas. Sí, aunque parezca erróneo es correcto y enseguida verás por qué.
Óptimo: Es aquel que nos da la máxima rentabilidad contando también los costes de almacenaje.
Físico: Es el número de productos disponibles en el almacén.
Stock neto: Es el número de productos que hay en almacén menos la demanda no satisfecha. Esta resta puede dar un resultado negativo.
Disponible: Es el stock físico, más los pedidos en curso a proveedores, menos la demanda pendiente de satisfacer.
Stock cero: el stock cero solo se podrá dar cuando se trabaje con el modelo de producción Just in Time (JIT). Con este sistema se trabaja bajo pedido. Un ejemplo de empresas que utilizan este sistema son las fabricantes de automóviles. No construyen coches para tenerlos almacenados, sino que todo coche que se fabrica es porque ya tiene un comprador.
Estos tipos de stock son clasificaciones bastante generales que pueden usarse en diferentes tipos de empresas. Pero también hay otras más específicas dependiendo del tipo de producto que vendamos. Por ejemplo, se pueden clasificar según la vida útil en caso de que tengamos productos que llevan fecha de caducidad.
Modelos de gestión de stock
Vamos a ver 3 modelos de gestión de los stocks: modelos Just in Time, modelo de Wilson y modelo ABC.
1. Modelo Just in Time
Después de haber visto la definición de stock cero, este modelo es muy sencillo de entender. La empresa que se basa en Just in Time, tiene las materias primas necesarias para cada momento del proceso de producción y con eso ahorran costes de almacenamiento.
Hemos comentado antes que el ejemplo clásico de aplicación de este modelo son las fábricas de automóviles. Si ves cómo trabajan por dentro, hazte a la idea de que los coches que fabrican ya están vendidos. No los fabrican para tenerlos almacenados.
2. Modelo de Wilson
Este modelo es muy interesante para empresas pequeñas y medianas que necesitan pocas existencias en su día a día. Se trata en estos casos de hacer pocos pedidos, con el máximo número de productos posible y que estén en el almacén el menor tiempo posible.
3. Modelo ABC
Clasifica los productos en 3 categorías:
A: son los productos más valiosos.
B: se necesitan para el día a día y su valor no es elevado.
C: los productos más numerosos y con valor más bajo.
Los productos B tienen un coste de almacenamiento menor que los A. Mientras que, los productos A son los más valiosos por lo que es importante gestionarlos correctamente. Por otro lado, los productos C ocupan gran parte del almacén, pero su coste de almacenamiento es bajo. El tener bien clasificados estos productos reducirá costes en su almacenamiento y gestión.
La gestión de stock tiene en cuenta muchas variables. Depende de los productos que vendamos y el tipo de proceso de producción. Además, debemos clasificarlos de manera adecuada y aplicar ciertos modelos de gestión como apoyo fundamental.